La resistencia de nuestro cuerpo es tan o más importante que la apariencia y la fuerza. Por este motivo, tendemos a cuidarnos y a entrenar, ignorando el hecho de mejorar la resistencia física. En tal sentido, te traemos unos tips muy útiles con este fin, para que empieces a ver los resultados en tiempo récord.
¿Cómo mejorar la resistencia física?¿Qué es la resistencia física?
Esta resistencia no es otra que la que nos permite desarrollar el aguante en actividades, bien sean rutinarias o no, evitando el cansancio y promoviendo nuestro rendimiento. Es importante mencionar que todos poseemos una capacidad de aguante, pero al no entrenarla, esta se va perdiendo.
Tonificar nuestros músculos, asistir diariamente al gimnasio y levantar grandes cantidades de peso no nos servirá de nada, mientras nuestras capacidades cardiovasculares y aeróbicas sean nulas. Fortalecer el corazón es el primer objetivo.
¿Cómo trabajamos la resistencia?
Desarrollar un programa de ejercicios cardiovasculares con rutinas aeróbicas es fundamental, porque estas elevan nuestro ritmo cardíaco acorde a la edad y al estado de nuestro cuerpo. El objetivo es lograr 15 minutos continuos con cada sesión de estas actividades.
En un principio, es buena idea hacer al menos un ejercicio al día durante 30 minutos. Esta es una excelente manera de adaptar nuestro cuerpo a futuras rutinas más rigurosas para mejorar la resistencia física. La caminata, trotar, nada, correr, los paseos en bicicleta, son todas excelentes maneras de empezar.
¿Cómo empezamos a mejorar la resistencia física?
Todo es cuestión de adaptarnos a los primeros ejercicios. Existe una lista de posibilidades a través de las cuales nuestro cuerpo se irá acostumbrando a las rutinas. Mencionemos algunas opciones:
- Correr a un paso moderado por una distancia larga: Este es un excelente ejercicio cardiovascular con el que además podremos quemar grasas.
- Ejercicio anaeróbico: Hacer entrenamientos con pesas con el fin de mejorar nuestro rendimiento, es importante.
- Ejercicios de altas intensidades: Practicados en lapsos cortos pero al top de nuestra capacidad cardiovascular. Un ejemplo es correr durante media hora, variando cada 2 minutos entre velocidad tope y moderada.
Motívate a entrenar tu rendimiento a través del mejoramiento de la resistencia, porque esto proporcionará no solo la salud que tu cuerpo necesita, sino que empezarás a realizar con mayor soltura las labores diarias de tu vida.
